Investigación moderna del matriarcado.
Sus resultados y su importancia actual.
Traducción: Susanne Schmidt
Introducción
Después de haber obtenido el doctorado en la Universidad de Munich con el tema “La lógica de la interpretación”, di allí clases de filosofía y teoría de la ciencia desde 1973 hasta 1983. Después abandoné la institución “universidad” para dedicarme a una tarea más importante y socialmente más relevante. Desde 1976 fundé, junto con mis colegas y compañeras de lucha, la investigación feminista en Alemania Occidental, y aquí por primera vez presenté mi teoría de la sociedad matriarcal.
Siendo una joven estudiante de 25 años, había dado los primeros pasos en dirección a esa teoría, inscribiéndome en diversas asignaturas para cursar estudios interdisciplinarios relacionados con ella (historia cultural, arqueología, etnología, ciencias de las religiones, mitología, etc.). Además, a partir de entonces viajé permanentemente para visitar sus yacimientos arqueológicos, europeos y de los demás continentes. Éstos eran mis estudios extraoficiales al margen de los estudios oficiales de filosofía analítica, teoría de la ciencia y lógica formal.
Desde 1976 presenté el tema del matriarcado en público, y en 1980 publiqué mi primer libro sobre el asunto. Desde 1983 me dedico exclusivamente a esta investigación, que hasta el momento no ha sido reconocida por la institución universitaria. Pero la opinión pública la recibió muy interesada: mi primer libro marca el principio de la discusión sobre el tema del matriarcado en el nuevo movimiento feminista y en la vida pública en general en los países de habla alemana.
Soy consciente de que la investigación del matriarcado tiene ya una larga tradición en los países de habla alemana. Empezó hace más de cien años con la famosa obra Das Mutterrecht (El derecho matrilineal) de Johann Jakob Bachofen, que se publicó en 1861. Durante más de un siglo prosiguió la discusión sobre el “derecho matrilineal” y el “matriarcado”, concepto que fue utilizado por las escuelas filosóficas y las corrientes políticas desde los más diversos puntos de vista. Pero también se abusó de él.
Lo que más me asombró tanto en la obra de Bachofen como en las diferentes recepciones de ella, era (además de una buena colección de material) la falta de una definición clara y de una fundamentación científica del campo de investigación. Eso cargó desde el principio esta discusión de elementos emocionales e ideológicos. Los clichés corrientes sobre el “ser de la mujer” siempre han jugado un papel importante, lo que demuestra que no se produjo ninguna autorreflexión crítica del patriarcado a la hora de tratar este tema.
La razón es simple: si se hubieran tomado en serio los hallazgos de Bachofen y todo lo que después ha llegado a descubrirse, eso habría significado el derrumbamiento de la ideología patriarcal y de la visión del mundo patriarcal. Pues la investigación del matriarcado significa el principio de un paradigma nuevo en el entendimiento de la historia de la humanidad, lo que tiene una influencia profunda sobre nuestra comprensión del mundo. ¡Por eso es demasiado peligroso presentar esta investigación adecuadamente y apreciarla!
Después de haberme dado cuenta de esta realidad, decidí darle a la investigación del matriarcado (sobre la base de mi herramienta filosófica) una fundamentación científico-teórica y una metodología moderna. Pues considero que esta nueva ciencia es demasiado importante para desatenderla en este sentido. Además trabajando yo misma como investigadora del matriarcado tuve que crearme una base sólida para mi teoría amplia acerca de esta forma social en la historia y en la actualidad. En este sentido he llegado a ser, con el transcurso del tiempo, la fundadora de la investigación moderna del matriarcado.
La tarea de crear una fundamentación científico-teórica para una ciencia nueva significa en primer lugar dar una definición del campo de investigación, que tiene que ser clara y amplia, a la vez para poder integrar una inmensa cantidad de material sin contradicciones. Además, con ayuda de esta definición, hay que desarrollar un marco teórico que sea capaz de proporcionar explicaciones confirmadas empíricamente para todos los fenómenos de este campo de investigación.
Con ayuda de esta teoría, la gran cantidad de buenas investigaciones individuales que ya se han llevado a cabo alcanzarán profundidad, significación y contexto, sirviendo de guía al investigador. Crear en este sentido una teoría no significa formular un sistema cerrado (eso es una actitud filosófica anticuada y superada) sino crear una estructura abierta que sirva para aclarar y orientar la concreta investigación individual, la mía incluida. En este sentido, un paradigma nuevo se está desarrollando permanentemente.
Cuando me di cuenta de esta necesidad, desarrollé dentro de los primeros diez años una metodología para la investigación moderna del matriarcado que, por principio, es interdisciplinaria. Es decir, que une sistemáticamente, no casualmente, las ciencias relevantes para esta investigación y las trasciende.
Ésta fue la primera parte de la tarea. La segunda era desarrollar un buen método de crítica ideológica que fuera capaz de descubrir los prejuicios de la ideología patriarcal, por una parte visibles, por otra ocultos, que siempre se introducen en este campo de investigación. Esto es importante por lo que respecta al análisis crítico de la investigación precedente sobre el matriarcado; y sobretodo, para no reproducir nuevos prejuicios semejantes.
Así desarrollé, paso a paso, la teoría de la sociedad matriarcal, de la que voy a dar aquí brevemente una idea general. Es decir, presento la definición estructural de la forma social matriarcal que es el núcleo de esta teoría. No es ningún prejuicio ni un axioma supuesto, sino el resultado de treinta años de investigación intensiva en este campo que he encontrado a través de un proceso largo de prueba y error (comprobación empírica).
¿Por qué el concepto de “matriarcado”?
Empiezo con unas advertencias sobre por qué utilizo el concepto de “matriarcado”, a pesar de la difícil connotación del concepto. Al entenderse como paralelo al concepto de “patriarcado”, da lugar a la impresión generalizada pero errónea de remitir a cierto “poder de mujeres”. Pero considero necesario mantenerlo por muchas razones:
1. El concepto de “matriarcado” es, en general, bien conocido, pues desde 1861 (Bachofen) existe una viva discusión sobre él. Y desde entonces ha tenido una larga tradición y se ha convertido en un concepto que se utiliza en el lenguaje común.
2. La re-definición filosófica y científica de conceptos se refiere normalmente a conceptos conocidos del lenguaje común y los define de nuevo. Después los científicos pueden trabajar con ellos, y en este procedimiento, estos conceptos logran un significado nuevo, más claro y más amplio que en el lenguaje común. Luego, en muchos casos el lenguaje común es influido por estos conceptos re-definidos, lo que en el caso del concepto “matriarcado”, que frecuentemente se utiliza de una manera poco precisa, sería beneficioso.
3. Según mi opinión no siempre es útil inventar conceptos sustitutivos como “matrifocal”, “matricéntrico”, “matrístico”, “gynaicostático”, “gylánico”, etc. Son artificiales y no tienen ninguna relación con el lenguaje común. Algunos de ellos como “matricéntrico” y “matrístico” son demasiado limitados, pues insinúan que en sociedades no-patriarcales todo gira alrededor de las madres, quizás en una especie de culto hacia ellas. Pero el culto a las madres es una invención del patriarcado y no tiene nada que ver con el matriarcado. Una visión tan reducida de estas sociedades desprecia la diversidad de las relaciones en su complejo sistema social.
4. Además, la traducción corriente y parcial del concepto como “poder de las madres” no es correcta. Pues la palabra griega arché tiene dos significados: significa al mismo tiempo “principio” y “poder”. Así que podemos traducir “matriarcado” correctamente como “al principio las madres”, lo que va al grano. En cambio, “patriarcado” se traduce correctamente como el “poder de los padres”.
5. Además es un asunto político utilizar el concepto de “matriarcado” en su significado re-definido y aclarado. Con él no se huye de la discusión necesaria con colegas y con el público interesado, lo que puede pasar con facilidad utilizando otros conceptos que tienen una tendencia de esconder y de minimizar. Por eso, las/los investigadoras/es no deberían tener miedo a la connotación provocativa del concepto “matriarcado”, sobre todo porque las investigaciones acerca de este tema son tan importantes y porque una provocación política continua puede conllevar una alteración de la conciencia.