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1 de septiembre de 2011

La inteligencia espacial de mujeres y hombres matriarcales, superior al resto.

Fuente: Diario Público, 30-8-2011.

Durante años, la sociedad ha desarrollado imágenes estereotipadas de hombres y mujeres. Una de las más extendidas es la que asocia a los hombres una mayor capacidad innata para realizar labores que requieren inteligencia espacial, como las ingenierías o las ciencias técnicas como física o química. Hoy, un estudio publicado en PNAS asegura que las habilidades relacionadas con la inteligencia espacial no dependen del género, sino del entorno social en el que se desarrollan los seres humanos.

El equipo de investigadores, liderado por Moshe Hoffman, de la Universidad de California, no niega que en la actualidad existan diferencias entre hombres y mujeres, pero los resultados de su investigación muestran que es la educación, y no las capacidades innatas, la que tiene un papel más importante en la brecha de género existente. "Mediante la comparación de dos sociedades que sólo diferían en su cultura, podemos concluir que la educación tiene un gran impacto en las diferencias de género", afirma Moshe.



"La educación tiene un gran impacto en las diferencias de género"

El estudio fue realizado entre dos tribus del noreste de India que presentan el mismo origen biológico, desarrollan actividades agrícolas parecidas y tienen una dieta similar. Sin embargo, ambas tribus presentan una clara diferencia en cuanto al tratamiento dado a hombres y mujeres. Mientras los khasi poseen una sociedad matriarcal, en la que las mujeres son las únicas propietarias de la tierra, los karbi son patriarcales y son los hombres los que suelen heredar los terrenos familiares.

El experimento consistió en proponer la resolución de un puzzle a los miembros de las dos tribus. Lo más destacable es que, pese a que en la sociedad patriarcal los hombres resolvían el rompecabezas mucho más rápido que sus mujeres, eran bastante más lentos que los hombres y las mujeres de la sociedad matriarcal, entre los que no había diferencias apreciables. El experimento también mostró que, dentro de la sociedad patriarcal, los resultados eran bastante mejores en los hogares que tenían como propietario a una mujer.

El estudio concluye que el entorno tiene un gran impacto en la brecha de género y que las medidas políticas que se tomen pueden ser cruciales para reducirlo.

Más información:

Publicación original en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
(Sólo accesible a usuarios registrados).

- En esta página se muestra la media de tiempo que tardaron en resolver el puzzle: las mujeres y hombres khasi (matriarcales) tardaron poco más de 30 segundos, mientras que los hombres karbi (patriarcales) tardaron 42 segundos y las mujeres karbi 57 segundos. Participaron en el estudio unos 1.300 sujetos. La inteligencia espacial de individuos criados en una sociedad matriarcal demostró ser un 36,4% más rápida.

10 de agosto de 2011

Es el momento oportuno.

Artículo escrito por Francesca Rosati Freeman para Universitá delle Donne.
Traducido por Matriarcal.

¡Es el momento oportuno!

"Es el momento oportuno" es el título de la Conferencia celebrada en St.Gallen (Suíza) del 12 al 15 de mayo de 2011. No hay ningún título más apropiado, en un momento en que nuestro planeta está atravesando uno de los períodos más catastróficos de la historia, debido a la irresponsabilidad de los que nos gobiernan y la competitividad sin freno de este sistema económico mundial; y nunca más que ahora se escucha esta necesidad de cambio. Para las mujeres que participaron llegó el momento de recuperar lo que el Patriarcado arrebató. No menos de 500 personas, casi todas mujeres, han ocupado durante tres días el Salón Congreso de Thonhalle, en cuyas paredes fueron suspendidos a modo de banderolas las efigies de diosas de la antigua Europa, símbolos del culto de la Gran Diosa Madre, que comienza en el Paleolítico.


Ha sido el tercer Congreso Internacional sobre Estudios Matriarcales después del organizado en Luxemburgo en 2003 y del celebrado en Texas en 2005, ambos bajo la dirección de la Academia Hagia y el Centro de Estudios de la Economía de la Donación.

La Conferencia ha sido organizada y dirigida por Heide Goettner-Abendroth, filósofa alemana, investigadora, fundadora y directora de Hagia desde 1986, Academia Internacional de Estudios Matriarcales y espiritualidad matriarcal de Alemania; y por Cécile Keller, Suíza, codirectora de Hagia desde 1997, ginecóloga e investigadora de la medicina matriarcal.

La Conferencia contó con la presencia de mujeres de todo el mundo: investigadoras, profesoras universitarias, mujeres pertenecientes a matriarcados, escritoras, autoras, artistas, periodistas, etc... para compartir sobre un mismo tema: el modelo de sociedad matriarcal, un modelo de sociedad no violenta, configurada alrededor de los valores maternos, basado en la igualdad de los sexos, la toma de decisiones por consenso y una forma de espiritualidad que identifica la divinidad con la naturaleza, valores que deben proteger nuestro planeta de la destrucción a manos del patriarcado.

Las organizadoras han asegurado un justo equilibrio entre ejemplos prácticos de matriarcados, perspectivas teóricas e intelectuales.

"La Madre Tierra es valiosa. La explotación y la contaminación deben cesar inmediatamente". Ésta es la demanda de las mujeres que se definen a sí mismas como "madres e hijas de madres".

"El mundo cambia y empeora rápidamente", recoge el "Manifiesto" escrito por un grupo internacional de veinte mujeres especializadas en sociedades matriarcales del pasado y del presente.

"¿Acaso no lo vemos? ¿Permaneceremos calladas? Estamos asistiendo a una serie de terribles cambios acelerados a diferentes niveles: la radiación contamina el mar, el aire y el suelo; la Madre Tierra nos sorprende en Haití, Nueva Zelanda y Japón porque antes no escuchamos sus gritos en Nueva Orleans y Tailandia; las mujeres son aplastadas bajo una pesada carga; hombres y niños emigran en busca de supervivencia y esperanza; los combatientes por la libertad son sacrificados y perseguidos; la explotación de los recursos de la Madre Naturaleza no tiene fin; los tesoros y la sabiduría de los pueblos indígenas son saqueados para beneficio de las grandes empresas; unos pocos ejercen poder sobre muchos; el fascismo se expande como un fuego escapado de control; guerras innecesarias e interminables continúan en diversas partes del mundo; muchos son los fieles de la religión del todopoderoso Dólar. Nos acercamos al borde del precipicio por una enfermedad llamada patriarcado capitalista.

Nosotros, los humanos, hemos herido a la Madre Naturaleza de muchas maneras: alterando el equilibrio natural, profanando la tierra y el agua, el cuerpo y la dignidad de las mujeres, los niños, los trabajadores y los pueblos indígenas. Es hora de detener esta locura: ¡Hay que tomar otros caminos! ¡Basta de destrucción! ¡Basta de energía nuclear! ¡La guerra no es nuestro idioma! ¡No toleramos más violencia contra la naturaleza y la humanidad! ¡La vida es preciosa! ¡La naturaleza es valiosa! ¡Una sociedad de paz es posible, y HOY le damos inicio! ¡Nosotras, que somos madres e hijas de madres apoyamos la economía de la donación que siempre hemos practicado, los valores maternos del cuidado, la alimentación, la responsabilidad, la construcción de la paz y la redistribución, practicada por todas las comunidades indígenas y matriarcales que viven en armonía con la Madre Tierra! Hacemos un llamamiento a todas las naciones a deponer las armas, a desmantelar las instalaciones nucleares, a poner fin a la destrucción de la naturaleza, a limpiar el agua, el suelo y el aire AHORA".

La solución a estos problemas reside en el modelo matriarcal, nos dicen por unanimidad las ponentes de este tercer Congreso Internacional que, llegadas de todo el planeta, exponen sus experiencias, sus investigaciones, sus estudios y políticas matriarcales, que consisten en la creación de una sociedad pacifista marcada por la igualdad entre los géneros.

18 de mayo de 2011

Esperanza es nombre de mujer.

Enlazo a los artículos del blog Una Antropóloga en la Luna:

Artículo I:  Cuidando la vida: matriarcado. (Umoja, Mosuo, Lakota)
Artículo II:  Esperanza es nombre de mujer. (Sahara, Meghalaya)
Artículo III: Lenguaje, amor, redistribución. (Orango Grande, Juchitan, Nushu)


¡¡¡Fantástico blog, muy recomendable!!!

Los pocos matriarcados que siguen vivos en el planeta son tesoros que debemos cuidar.

No son sociedades perfectas, por supuesto, pero en ellas descubrimos una manera muy diferente de entender la vida y de formar parte de una comunidad.

No tenemos ningún derecho a considerarlas sociedades inferiores y primitivas, porque en ellas residen muchas claves para nuestra salvación: ausencia de tráfico sexual, machismo nulo, poquísima violencia y respeto por la naturaleza, principalmente (que no es poco).

Darles la espalda y ridiculizarlas demuestra una gran ignorancia y falta de sensibilidad.

Hoy más que nunca, es urgente mirar hacia estos pequeños matriarcados y obtener inspiración.

Mi más sincero agradecimiento a Antropóloga en la Luna por haber escrito estos artículos sobre diversas etnias matriarcales (repito enlaces a artículos I y II y III).

Jóvenes de Meghalaya, un oasis no patriarcal en la India.