27 de agosto de 2011

La nueva erótica pasiva masculina.

Fragmentos tomados de artículo escrito por Julián Fernández de Quero, publicado en AHIGE.

"Los tres modelos sexuales de socialización de la conducta humana que el patriarcado ha ido generando para adaptarse a la evolución de las sociedades en sus aspectos económicos y culturales y que Josep Vicent Marqués analizó y etiquetó con los nombres de Clerical-Represivo, Burgués-Tradicional y Capitalista-Permisivo, mantienen algunas similitudes entre ellos. Por un lado, se construyen desde presupuestos machistas, con el varón como centro de la actividad sexual, con un discurso netamente masculino, que no cuestiona la pulsión copulatoria y que sigue siendo el eje que vertebra la relación sexual, tanto por la importancia que se le da al pene como órgano anatómico fundamental para obtener los orgasmos (falocratismo) como por la idea del coito como la técnica sexual por antonomasia."

"El gran logro de la nueva sexualidad masculina es la conquista de la pasividad. Ser pasivo, dejarse seducir, o mostrarse dulce o suplicante eran antes sinónimos de poca virilidad y de afeminamiento. Aunque muchas veces a los hombres les apeteciera tumbarse y dejar que la mujer les hiciera caricias, se reprimían para no cuestionar un modelo de «ser hombres» que no les permitía estas «debilidades». El viejo macho reproductor estaba siempre en una actitud activa: él era el violador, el penetrador, el engendrador. Si la emoción troquelada de la vergüenza no era suficiente para evitar tales actitudes, venía después la culpa para castigarlo con todo tipo de complejos, remordimientos y depresiones."

10 de agosto de 2011

Es el momento oportuno.

Artículo escrito por Francesca Rosati Freeman para Universitá delle Donne.
Traducido por Matriarcal.

¡Es el momento oportuno!

"Es el momento oportuno" es el título de la Conferencia celebrada en St.Gallen (Suíza) del 12 al 15 de mayo de 2011. No hay ningún título más apropiado, en un momento en que nuestro planeta está atravesando uno de los períodos más catastróficos de la historia, debido a la irresponsabilidad de los que nos gobiernan y la competitividad sin freno de este sistema económico mundial; y nunca más que ahora se escucha esta necesidad de cambio. Para las mujeres que participaron llegó el momento de recuperar lo que el Patriarcado arrebató. No menos de 500 personas, casi todas mujeres, han ocupado durante tres días el Salón Congreso de Thonhalle, en cuyas paredes fueron suspendidos a modo de banderolas las efigies de diosas de la antigua Europa, símbolos del culto de la Gran Diosa Madre, que comienza en el Paleolítico.


Ha sido el tercer Congreso Internacional sobre Estudios Matriarcales después del organizado en Luxemburgo en 2003 y del celebrado en Texas en 2005, ambos bajo la dirección de la Academia Hagia y el Centro de Estudios de la Economía de la Donación.

La Conferencia ha sido organizada y dirigida por Heide Goettner-Abendroth, filósofa alemana, investigadora, fundadora y directora de Hagia desde 1986, Academia Internacional de Estudios Matriarcales y espiritualidad matriarcal de Alemania; y por Cécile Keller, Suíza, codirectora de Hagia desde 1997, ginecóloga e investigadora de la medicina matriarcal.

La Conferencia contó con la presencia de mujeres de todo el mundo: investigadoras, profesoras universitarias, mujeres pertenecientes a matriarcados, escritoras, autoras, artistas, periodistas, etc... para compartir sobre un mismo tema: el modelo de sociedad matriarcal, un modelo de sociedad no violenta, configurada alrededor de los valores maternos, basado en la igualdad de los sexos, la toma de decisiones por consenso y una forma de espiritualidad que identifica la divinidad con la naturaleza, valores que deben proteger nuestro planeta de la destrucción a manos del patriarcado.

Las organizadoras han asegurado un justo equilibrio entre ejemplos prácticos de matriarcados, perspectivas teóricas e intelectuales.

"La Madre Tierra es valiosa. La explotación y la contaminación deben cesar inmediatamente". Ésta es la demanda de las mujeres que se definen a sí mismas como "madres e hijas de madres".

"El mundo cambia y empeora rápidamente", recoge el "Manifiesto" escrito por un grupo internacional de veinte mujeres especializadas en sociedades matriarcales del pasado y del presente.

"¿Acaso no lo vemos? ¿Permaneceremos calladas? Estamos asistiendo a una serie de terribles cambios acelerados a diferentes niveles: la radiación contamina el mar, el aire y el suelo; la Madre Tierra nos sorprende en Haití, Nueva Zelanda y Japón porque antes no escuchamos sus gritos en Nueva Orleans y Tailandia; las mujeres son aplastadas bajo una pesada carga; hombres y niños emigran en busca de supervivencia y esperanza; los combatientes por la libertad son sacrificados y perseguidos; la explotación de los recursos de la Madre Naturaleza no tiene fin; los tesoros y la sabiduría de los pueblos indígenas son saqueados para beneficio de las grandes empresas; unos pocos ejercen poder sobre muchos; el fascismo se expande como un fuego escapado de control; guerras innecesarias e interminables continúan en diversas partes del mundo; muchos son los fieles de la religión del todopoderoso Dólar. Nos acercamos al borde del precipicio por una enfermedad llamada patriarcado capitalista.

Nosotros, los humanos, hemos herido a la Madre Naturaleza de muchas maneras: alterando el equilibrio natural, profanando la tierra y el agua, el cuerpo y la dignidad de las mujeres, los niños, los trabajadores y los pueblos indígenas. Es hora de detener esta locura: ¡Hay que tomar otros caminos! ¡Basta de destrucción! ¡Basta de energía nuclear! ¡La guerra no es nuestro idioma! ¡No toleramos más violencia contra la naturaleza y la humanidad! ¡La vida es preciosa! ¡La naturaleza es valiosa! ¡Una sociedad de paz es posible, y HOY le damos inicio! ¡Nosotras, que somos madres e hijas de madres apoyamos la economía de la donación que siempre hemos practicado, los valores maternos del cuidado, la alimentación, la responsabilidad, la construcción de la paz y la redistribución, practicada por todas las comunidades indígenas y matriarcales que viven en armonía con la Madre Tierra! Hacemos un llamamiento a todas las naciones a deponer las armas, a desmantelar las instalaciones nucleares, a poner fin a la destrucción de la naturaleza, a limpiar el agua, el suelo y el aire AHORA".

La solución a estos problemas reside en el modelo matriarcal, nos dicen por unanimidad las ponentes de este tercer Congreso Internacional que, llegadas de todo el planeta, exponen sus experiencias, sus investigaciones, sus estudios y políticas matriarcales, que consisten en la creación de una sociedad pacifista marcada por la igualdad entre los géneros.

5 de agosto de 2011

Testimonio real de la etnia Minangkabau.



Matrilinealidad: los Minangkabau (Sumatra occidental, Indonesia) son la mayor población matrilineal del planeta. Son una excepción, el resto de Indonesia es patrilineal y patriarcal.

El rol de la mujer: comparado con otras comunidades, los Minangkabau otorgan un rol específico a la mujer. Ellas no son más "importantes" que los hombres, pero poseen una posición privilegiada; ellas gobiernan la familia y los recursos de la sociedad. La tierra y las casas pasan de madres a hijas. Ellas resultan centrales, a nivel cultural y socioeconómico. Simbolizan la unidad y la sabiduría.

El rol del varón: desde jóvenes estudian, viajan y se preparan para volver más adelante a ayudar a su comunidad en aquello que haga falta.

La cultura Minangkabau: el sistema matrilineal permite relaciones más igualitarias entre los sexos que el sistema patriarcal. La mujer posee la tierra, pero la posee para el colectivo. Igualmente, los hombres dirigen su trabajo al bien de la comunidad, no al de un solo individuo o unos pocos.

Expresión política: carecen de ejército, a diferencia de todas las sociedades patriarcales, como las que los han invadido en el pasado: musulmanes, colonialistas e indonesios.