29 de septiembre de 2011

Sobre la enseñanza de la filosofía.

Que nuestro sistema educativo todavía no incluya ni la más mínima crítica al concepto de patriarcado me resulta preocupante.

Hablando con una amiga, profesora de filosofía en ESO y Bachillerato, se confirmaban mis sospechas: nuestro sistema educativo todavía no presenta una crítica al patriarcado en las aulas. De eso no se habla.

Sí se critican sus síntomas: la violencia, el abuso de poder, el autoritarismo, el terrorismo, el fundamentalismo,... y ya es mucho. Pero en la raíz de esos problemas puede que exista una causa común más profunda: la absolutización de la autoridad jerárquica en la familia, con el padre en la cúspide, y todo lo que ello conlleva para el inconsciente colectivo.

En mi opinión, la mayoría de neurosis presentes en nuestras familias hunden sus raíces en las acciones u omisiones de algún patriarca, una o más generaciones atrás. No es algo lejano, el patriarcado es algo que todos sufrimos en mayor o menor medida, si no en nuestras casas, sí en otros ámbitos extrafamiliares, académicos, económicos y culturales.

No me extraña que nuestros adolescentes encuentren la filosofía aburrida: no les aporta una explicación práctica sobre la mayoría de sus problemas cotidianos.

Mareando la perdiz, se enseña lógica, Kant, racionalismo, idealismo transcendental, positivismo... pero no se explica que los últimos 5.000 años han significado la progresiva universalización de la jerarquización de la unidad política básica, la familia, en base a la sacralización del poder del padre; que el derecho romano ha otorgado potestad total al pater familias durante más de dos mil años; que desde entonces la matrilinealidad nunca ha sido una opción libre para las familias; que el colonialismo ha sido el arma de exterminio cultural de pueblos matriarcales que sí practicaban la equidad y el consenso; que las iglesias y sus apóstoles han ocultado que Jesús era una excepción profética antipatriarcal; que se ha actuado negando la plena humanidad de la mujer hasta bien entrado el siglo XX (en occidente); y que se ha favorecido la aniquilación de cualquier atisbo de cultura y organización matriarcales, asociándolo a los estadios "primitivos", "bárbaros" y "poligámicos" de la humanidad.

Ninguno de los filósofos que entran en los planes de estudio lo ha tenido en cuenta... ¿Qué tipo de filosofía es ésa? ¿Acaso los varones más inteligentes de la historia occidental están ciegos ante lo evidente?

Todo ello me hace sospechar que en nuestras sociedades libres y democráticas todavía queda mucho por hacer. Puede que sobren barbas y bigotes en la enseñanza de la filosofía. O puede que la asignatura de filosofía, tal y como se presenta, todavía más centrada en la memorística que en la crítica, sobre de por sí. Como licenciado en filosofía, me apena decirlo.

7 de septiembre de 2011

Para reflexionar (I)

"Tras un rápido repaso de estas sociedades lideradas por mujeres, son obvias algunas diferencias fundamentales respecto a las comunidades lideradas por hombres. Sorprendentemente, estas culturas poseen un punto de vista bastante distinto al occidental sobre el sentido de la propiedad: colocan mayor énfasis en la participación comunitaria que las hegemónicas sociedades patriarcales. La infancia, por ejemplo, pertenece a la comunidad más que a una sola familia, y la tierra es compartida en vez de dividida. Desde luego, se trata de una primera impresión, teniendo en cuenta lo complejas y únicas que resultan estas comunidades alrededor del planeta, pero si sirve de indicador, las sociedades lideradas por mujeres se alzan como las más igualitarias, las más pacíficas y, probablemente, las más justas."
Traducido de artículo de Corrina Laughlin para "The Utopianist".

1 de septiembre de 2011

La inteligencia espacial de mujeres y hombres matriarcales, superior al resto.

Fuente: Diario Público, 30-8-2011.

Durante años, la sociedad ha desarrollado imágenes estereotipadas de hombres y mujeres. Una de las más extendidas es la que asocia a los hombres una mayor capacidad innata para realizar labores que requieren inteligencia espacial, como las ingenierías o las ciencias técnicas como física o química. Hoy, un estudio publicado en PNAS asegura que las habilidades relacionadas con la inteligencia espacial no dependen del género, sino del entorno social en el que se desarrollan los seres humanos.

El equipo de investigadores, liderado por Moshe Hoffman, de la Universidad de California, no niega que en la actualidad existan diferencias entre hombres y mujeres, pero los resultados de su investigación muestran que es la educación, y no las capacidades innatas, la que tiene un papel más importante en la brecha de género existente. "Mediante la comparación de dos sociedades que sólo diferían en su cultura, podemos concluir que la educación tiene un gran impacto en las diferencias de género", afirma Moshe.



"La educación tiene un gran impacto en las diferencias de género"

El estudio fue realizado entre dos tribus del noreste de India que presentan el mismo origen biológico, desarrollan actividades agrícolas parecidas y tienen una dieta similar. Sin embargo, ambas tribus presentan una clara diferencia en cuanto al tratamiento dado a hombres y mujeres. Mientras los khasi poseen una sociedad matriarcal, en la que las mujeres son las únicas propietarias de la tierra, los karbi son patriarcales y son los hombres los que suelen heredar los terrenos familiares.

El experimento consistió en proponer la resolución de un puzzle a los miembros de las dos tribus. Lo más destacable es que, pese a que en la sociedad patriarcal los hombres resolvían el rompecabezas mucho más rápido que sus mujeres, eran bastante más lentos que los hombres y las mujeres de la sociedad matriarcal, entre los que no había diferencias apreciables. El experimento también mostró que, dentro de la sociedad patriarcal, los resultados eran bastante mejores en los hogares que tenían como propietario a una mujer.

El estudio concluye que el entorno tiene un gran impacto en la brecha de género y que las medidas políticas que se tomen pueden ser cruciales para reducirlo.

Más información:

Publicación original en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences.
(Sólo accesible a usuarios registrados).

- En esta página se muestra la media de tiempo que tardaron en resolver el puzzle: las mujeres y hombres khasi (matriarcales) tardaron poco más de 30 segundos, mientras que los hombres karbi (patriarcales) tardaron 42 segundos y las mujeres karbi 57 segundos. Participaron en el estudio unos 1.300 sujetos. La inteligencia espacial de individuos criados en una sociedad matriarcal demostró ser un 36,4% más rápida.