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27 de mayo de 2013

Simplemente rezar

Si hay un emblema para la religión judía, es el Kotel, el Muro de las Lamentaciones, último resto del templo de Herodes destruido por los romanos en el año 70 d.C. El Kotel es un símbolo de la unión con el pasado, y judíos de todo el mundo quieren acercarse a él. El problema es que técnicamente está en poder de los judíos ultraortodoxos, que imponen las normas para toda ceremonia que se quiera realizar allí, aunque la pluralidad de creencias y costumbres sea una característica del pueblo judío.
En las fotos del Kotel puede apreciarse cómo una valla separa las tres cuartas partes del espacio de la cuarta parte restante: la primera zona es exclusiva para hombres, la segunda para mujeres. Además del evidente acaparamiento de espacio, la situación en los dos lados tampoco es igualitaria: las mujeres pueden acercarse al muro individualmente, pero allí no se puede hacer ninguna ceremonia comunal. No puede cantar sus rezos, como hacen los hombres al otro lado (ellos tienen prohibido oírlas, ellas no tienen prohibido oírlos a ellos). Tampoco pueden recitar la Torah en voz alta: según las leyes del estado de Israel, impuestas por los ultraortodoxos, las mujeres no pueden tocar una Torah, no pueden vestir el chal de oración o Taled ni las filacterias que se colocan sobre la cabeza y alrededor del brazo.


Desde 1988, un grupo de mujeres empezó a acercarse al Muro para las celebraciones del primer día del mes. Unas leen la Torah, otras cantan sus oraciones, las más atrevidas visten los chales y las filacterias. Reciben insultos y amenazas desde el otro lado y desde el propio (por parte de hombres y mujeres), y son sistemáticamente detenidas por la policía. Entre ellas hay mujeres liberales, pero también ortodoxas que no están de acuerdo con las leyes impuestas por los hombres, leyes que no tienen un origen religioso sino tradicional. Forman el movimiento Women of the Wall, y también se les suman hombres que reclaman la apertura del muro a todas las tendencias del judaísmo. Últimamente, las Mujeres del Muro han aparecido en todos los periódicos porque, después de su última detención por el delito de atentar contra el reglamento de protección de los Santos Lugares, el juez Moshe Sobel las dejó en libertad, considerando que no hay nada en la ley que prohíba a las mujeres rezar de una manera u otra, o en uno u otro lugar. El presidente de la Agencia Judía, Natan Sharansky, propone abrir en el Muro una tercera zona para las mujeres o los hombres que quieran rezar de manera distinta. Sería una pequeña victoria para la libertad de culto, aunque no dejaría de mostrar la manera en que la sociedad judía se trocea a sí misma y se enfrenta entre ella.

Las pequeñas victorias en el mundo ortodoxo se llevan a cabo en silencio. Desde hace siete años, la escuela de ley judía (Halakha) Beit Morasha ha abierto un programa de estudios para mujeres, similar al que siguen los hombres para alcanzar el título de rabino. En enero de 2013 se graduó la primera promoción de “árbitros halakhicos”, ya que no pueden ser llamadas de otra manera. La mayoría se dedican a la enseñanza de la ley judía.

Las mujeres rabinas, en cambio, existen en el judaísmo liberal. Regina Jonas fue la primera mujer en ser ordenada rabina en 1935 por el Consejo de Rabinos Liberales de Berlín, después de haberse graduado como profesora de religión. Lo excepcional de esta mujer, no sólo fue su logro, sino que se quedó en aquel lugar y en aquella época, ejerciendo en comunidades que se habían quedado abandonadas porque sus anteriores rabinos habían huido de las persecuciones. Regina resistió junto a los más necesitados en Berlín y en el campo de Theresienstadt, donde fue deportada junto a su madre en 1942. Dos años después acabaron con su vida en Auschwitz. “Si tuviera que confesar qué me motivó a mi, una mujer, a querer ser rabina, me vienen a la mente dos cosas: mi creencia en la llamada de Dios, y mi amor por los seres humanos. Dios siembra en nuestros corazones las habilidades y la vocación, sin preguntar por el género. Es un deber de los hombres y las mujeres trabajar y crear de acuerdo con las habilidades que les ha dado Dios”. 

A pesar de este gran precedente, no fue hasta 1972 que la Hebrew Union College nombró por primera vez una rabina, Sally J. Preisand, en Nueva York. Desde entonces, más colegios e instituciones se han abierto a las mujeres, aunque siguen teniendo problemas para ejercer plenamente su vocación. Los principales enfrentamientos se producen con los sectores conservadores, pero nadie tiene el derecho a imponer su visión tratándose de una religión no centralizada (también existen las mujeres imanes, de las que hablaré en otra ocasión). Es un caso muy parecido al de las iglesias protestantes, donde también se mezclan las más opuestas tendencias. Lo que ocurre es que muchas veces, esta variedad permanece desconocida ante el ruido y la presencia de los más conservadores, aquellos que parecen los únicos que representan la religión. Women of the Wall son un buen ejemplo de la falsedad de esta imagen monolítica, porque reúnen a todas las tendencias, y revuelven el debate con unas proposiciones muy modestas, nada revolucionarias: sólo quireren rezar.

Fuentes:

19 de abril de 2013

Feministia: Murió la última beguina del mundo, Marcela Pattyn

Copiado del blog Feministia.


La hermana Marcela Pattyn tenía 92 años. Los beguinajes surgieron en la Edad Media y fueron un espacio de libertad para las mujeres
Murió, mientras dormía, la última beguina del mundo. La hermana Marcella Pattyn, fallecida en Kortrijk (Bélgica) este domingo a los 92 años, era la última representante de un movimiento religioso desconocido y singular surgido en la Edad Media y que durante siglos dio insólitos espacios de libertad a la mujer en tiempos en que no tenía más opción que entregar su vida al hombre o a Dios.

17 de noviembre de 2012

Beguinatos, comunidades de mujeres autónomas en la edad media.

Fuente original: Viajeros.com
(...) no muy lejos de la animada Plaza del Mercado, el ritmo se ralentiza para adaptarse a la serenidad que destila el Begijnhof, un beaterio superviviente del siglo XIII y máximo exponente de las antiguas casas de retiro medievales que aún conservan la mayoría de las ciudades flamencas. Las beguinas eran religiosas sin votos, viudas o solteras que optaban por llevar una vida piadosa, basada en las enseñanzas evangélicas y centradas en la oración, las obras de caridad y el cuidado de pobres y enfermos, pero conservando su independencia. Rechazaban la clausura, trabajaban, gozaban de total libertad y vivían con sus familias o en comunidades, los beguinatos o beaterios.
No tenían, sin embargo, votos de pobreza, y de hecho, las mujeres a menudo provenían de familias acomodadas, ganándose la vida mediante sus labores textiles (encajes, por ejemplo) o gracias a benefactores que pagaban para que rezaran por ellos. Las beguinas fueron un movimiento religioso femenino autónomo, lo cual les convierte en una rareza dentro de la estructura religiosa medieval. Aparecieron en Flandes en el siglo XIII, se dice que debido al desequilibrio de sexos que provocaron las Cruzadas: muchos hombres embarcaron a Tierra Santa, buen número de los cuales nunca regresaron.

Sobre ecoaldeas y monasterios matriarcales.

 Can Masdeu, ¿un "monasterio" contemporáneo?

No bromeo cuando digo que me encantaría largarme a vivir a un monasterio laico (apto para ateos) en algún lugar alejado de la urbe, al estilo de una comunidad matriarcal autosuficiente, de filosofía ecofeminista. Si ésa fuera la voluntad de mi pareja, claro está, no sin ella.

Sin ritualismos ni creencias excluyentes.
Sin absurdos votos eternos.
Sin personalidades autoritarias.
Sin varones con voluntad de poder.
Para que proyectos así no fracasen, imagino que debería haber una buena planificación y la creencia común en un mismo ideal, en este caso el de crear una comunidad sin patriarcado, con características innovadoras y revolucionarias como la matrilinealidad y un liderazgo eminentemente femenino. Dinámico y para mentes abiertas, críticas con el modelo de sociedad hegemónico. Y para gente capaz de trabajar por el bien común sin recibir dinero a cambio (¡qué difícil!).

Creo que no existe tal cosa, y si me equivoco, por favor, corregidme.

La ecoaldea matriarcal también es una idea muy interesante. Tampoco me importaría formar parte de una. Lo que me inclina a preferir el monasterio es que permite economizar en varios aspectos. Si en una ecoaldea de 15 hogares debe haber una cocina para cada hogar (eso hace un total de 15 cocinas con sus 15 cocinerxs), en un monasterio habría una sola cocina con un par o tres cocinerxs para las 15 familias. Se ahorra en tiempo y fuerza de trabajo. Lo mismo podría aplicarse a vehículos, aparatos, bibliotecas, baños, lavandería, lugar de meditación,...

La vida en comunidad permite economizar muchísimo más y facilita la comunicación gracias a más espacios y momentos compartidos. El monasterio conjuga de forma equilibrada intimidad y vida en común.
También otorga protección y una mayor sensación de seguridad.

La idea del beguinato me parece otro modelo interesante (fue rápidamente prohibido por la Iglesia): cada cual en su pequeña casita, pero con un sentido de comunidad que también se expresa en cercanía y espacios compartidos.
Pero tenemos tantas ataduras en la gran ciudad que resulta difícil dar el paso.

24 de septiembre de 2012

El liderazgo espiritual femenino.

En la cultura patriarcal, los machos creíamos (y algunos siguen creyendo) que no había nada que las mujeres pudieran enseñarnos. La autoridad moral siempre residía en algún hombre: el padre, el cura, el maestro...

En la construcción de nuestra identidad y de nuestra ética no nos parecía necesario recurrir a las mujeres para saber qué éramos ni qué queríamos llegar a ser. Ni se nos pasaba por la cabeza inspirarnos en una maestra espiritual o en una filósofa. Por no hablar de sacerdotisas: éstas eran inexistentes, pura fantasía.

Mirando a nuestro alrededor parecía que el liderazgo moral y espiritual fuera sólo cosa de hombres. En nuestra formación patriarcal, prescindir de los grandes machos de la cultura era una grave irresponsabilidad. Prescindir de la sabiduría femenina no comportaba ningún problema, se podía vivir perfectamente sin ellas.

También era posible durante el patriarcado, merced a cientos de distracciones y virtuosismos varios, vivir dando la espalda a experiencias trascendentales como el parto, el nacimiento de un nuevo ser, el embarazo, las necesidades de la infancia, el amor incondicional de muchas madres, la muerte, el sufrimiento,... sin que todo ello pareciera afectar a nuestras vidas. ¡Pero cuánta ignorancia prodigábamos! ¡Y cuán equivocados estábamos manteniendo nuestra reflexión racional en los límites de la experiencia fálica, ególatra y racional!

A pesar de que llevamos tatuados en nuestros pechos la prueba irrefutable (¡los pezones!) de que nuestros cuerpos eran originariamente femeninos, y a pesar de que en nuestras barrigas el ombligo nos habla de un largo periodo de simbiosis con una mujer (¡sí, nos formamos en el interior de una!), la atmósfera educativa patriarcal insistía a toda costa en querer alejarnos de la identificación con lo femenino. La androginia era demonizada y erróneamente confundida con la homosexualidad, siempre en clave homofóbica. Y desde luego, no se admitía bajo ningún concepto la construcción de una ontología que concibiera el Ser como femenino.

Durante siglos se esperaba de los padres que mitigaran todo atisbo de feminidad en sus hijos varones. Las madres no podían oponerse a ello, y eran ridiculizadas para que reprimieran su afecto y deseos. La cultura patriarcal ha educado a los niños en congeladores, y los cerebros congelados no sienten compasión.


Restaurar el liderazgo espiritual femenino:

El varón que ha integrado su androginia se transforma en un hombre completo. El "conócete a ti mismo" socrático en gran parte queda resuelto en la integración de los géneros: en el caso de los hombres, eso pasa por reconocernos en cada mujer. ¿Qué sucedería si la experiencia de la androginia en los varones no fuera una excepción a la norma, sino la norma?

Como toda experiencia mística, ontológica y transformadora, sólamente puede llegar a comunicarse en términos poéticos y analógicos. Tan sencilla frase como "soy una mujer", pronunciada por la boca de hombres, derrumbaría los cimientos de siglos de razón patriarcal, de lenguaje inflexible y dualista, para inaugurar una nueva ontología que reconociera a la Gran Madre como origen de toda vida y conciencia.



Por eso me parece urgente colocar el liderazgo espiritual femenino en el centro, recuperar la experiencia estética, los ritos iniciáticos y demás juegos sociales que nos permitan aprehender a los varones, ya desde jóvenes, nuestra profunda interdependencia con los ciclos de la naturaleza y la integración de nuestra esencia femenina y, en definitiva, humana.

Llevamos ya demasiados siglos perdidos sin rumbo. Necesitamos sacerdotisas, profetisas, poetisas, teólogas y filósofas. En primera línea. Nos jugamos en ello la salud mental y física de generaciones presentes y futuras. Y no hace falta vestirse con túnicas extrañas e inhalar humos: educadoras, periodistas, escritoras, profesionales,... cada cual en su cotidianidad puede ser la sacerdotisa que tanto necesitamos. Toda mujer segura de sí misma y libre, vital y comprometida.

Del olvido y represión de nuestras raíces femeninas nacen las más diversas desviaciones sexuales. Los casos de pederastia en la Iglesia me parecen un caso paradigmático. En un mundo de hombres, donde ninguna mujer nunca podrá enseñarle ni ofrecerle al hombre nada, la depravación sexual se abre paso impunemente.

26 de marzo de 2012

Turín 2012: Ciclo de Conferencias sobre Matriarcados (1ª parte)

Paso a resumir el ciclo de conferencias organizado en Turín (Italia) los pasados días 16, 17 y 18 de marzo: Culturas indígenas de paz, Mujeres y hombres más allá del conflicto.

He podido conocer personalmente a personas a las que he citado a menudo en este blog, de quienes he obtenido inspiración e ideas. Mis más sinceros agradecimientos a Morena Luciani, presidenta de la Asociación Cultural Laima, por invitarme a estar presente en este acontecimiento único. Sus esfuerzos han sido premiados, pues según la organización (y yo puedo confirmarlo) ha sido un éxito.

PRESENTACIÓN:

El acto tuvo el patrocinio del Departamento Municipal por la Igualdad de Oportunidades. Su representante felicitó a Laima por mostrar que existen otras formas de vida en sociedad. El patriarcado no ha sido siempre la única opción, ni la más antigua. Inspirándonos en estos pueblos matriarcales, podemos transformar nuestra sociedad y nuestras familias. De ellas aprendemos que la democracia real es mucho más que asistir a votar cada cuatro años: es capacidad de escucha y consenso, practicadas ya desde el seno familiar.

Sarah Perini inició la presentación del acto con la esperanza de que mujeres y hombres cooperásemos desde la tolerancia y el respeto. Se insiste en que la presencia de hombres en el congreso es bienvenida. Y aunque de forma minoritaria, hicimos acto de presencia, destacando la presencia de un círculo de hombres de Turín.

Se trata del quinto congreso tras los anteriores en Texas, Luxemburgo, Toronto y Suíza.

Ake y Najin, las dos mujeres Mosuo,
junto a Francesca Rosati Freeman,
Federica Carmana y Morena Luciani.

Morena Luciani apuntó que este encuentro nació gracias a un grupo de mujeres interesadas en la espiritualidad femenina: escritoras, madres, terapeutas, economistas y educadoras.
El interés por los matriarcados crece a escala internacional. A la vez, es un concepto que genera aún temor e incomprensión. En multitud de ocasiones se usa la palabra "matriarcado" erróneamente para referirse a una sociedad sexista. Pero ningún matriarcado es una dictadura de mujeres. El modelo matriarcal es ante todo maternal. Su política, su espiritualidad y su economía son maternales.

26 de abril de 2011

Gerald Hüther: la virilidad no conduce a nada.

Enlace a artículo "El hombre es el sexo débil, es una cuestión metabólica".


"La debilidad biológica de los varones provoca que ellos acepten desarrollar ese tipo de roles que les prometen el poder y la fuerza, y que se favorecen desde el hogar, el colegio, la televisión..."

"Precisamente porque somos débiles necesitamos coger de fuera. Los que tienen el poder son los hombres más débiles."

"Necesitamos la ayuda de las mujeres. Las madres tienen un gran poder para generar o no la práctica de roles; un gran poder en la programación del cerebro del hijo."

 * * *

¿Qué hacen, pues, tantos hombres sedientos de poder (=débiles) al frente de instituciones de peso?
 

23 de febrero de 2011

La memoria de una poetisa: Tahirih Qurratu'l-Ayn.

Enlace a entrevista completa de Víctor Amela a Bahiyyih Nakhjavani, escritora.
(La Vanguardia 23-2-2011)

Escritora británico-iraní, desearía ser leída en Irán, pero la censura teocrática arrebata a los iraníes la libertad de leer 'La mujer que leía demasiado' (Alianza), su novela sobre Tahirih Qurratu, la mujer que desafió el machismo islamista en el siglo XIX, propugnó la fe baha'i y -en su día tildada por su rebeldía como hereje, puta y mala madre- dio a Irán una de las cumbres de su poesía con su refulgente obra... Bahiyyih honra la memoria de Tahirih con su novela, y me cita las últimas palabras que ella dijo a los que la estrangulaban: "Me mataréis, pero no frenaréis la emancipación de la mujer". Por eso las mujeres de Irán son hoy las más corajudas opositoras contra la tiranía de los ayatolás.

2 de febrero de 2011

Gobernar para controlar.

Selección de textos traducidos con permiso expreso del autor Diarmuid O'Murchú ,
de los caps. 3 y 4 de su último libro
Adult Faith. Growing in Wisdom and Understanding, Orbis Books, 2010.
(Las negritas son mías)


3. GOBERNAR PARA CONTROLAR

Incluso el más democrático de nuestros gobiernos contemporáneos adopta una orientación patriarcal, virtualmente inexpugnable para nuestra conciencia moderna. El gobierno democrático no sólo es un modo de organización política al servicio del pueblo. Es además una ideología heredada basada en complejas relaciones de poder, favoreciendo a quienes ya lo poseen y beneficiando sólo a unos pocos.
(...)

5 de octubre de 2010

Conspirando contra las madres libres.

La paternidad-masculinidad es la capacidad de provocar sufrimiento en mujeres y niños sin inmutarse, y la madre carece de autoridad, según este "psiquiatra" ultracatólico (ver artículo más abajo).

Si hacemos caso de lo que dice, los pueblos matriarcales que tanto publicito en este blog serían reductos de canibalismo, adicciones, caos moral y violaciones constantes de la dignidad humana.
Sus teorías son fácilmente falsables, incluso por mí mismo, lo que indica que de científico no tiene un pelo.

3 de septiembre de 2010

Alucina, vecina: esposas sumisas.



¡Cielos! ¡¿Es cierto lo que ven mis ojos?!
¿De qué Dios están hablando? (Yo estaba convencido de que Dios era feminista...).
¿Y qué me decís de esta "literatura" inglesa?
Desde luego, la inspiradora de este movimiento en auge es la autora de este libro.
¿Salvar un matrimonio a toda costa recurriendo a la sumisión ciega?
Ni yo, siendo matriarcal, lo aceptaría...

(Si os interesa el resto del programa, está aquí)

¡Pero aquí estoy yo para defender el modelo opuesto!
¡Voy a tener que escribir un libro, ya!

De hecho, plagiando su libro e intercambiando las palabras "esposa" por "marido", ya está escrita mi obra magna: "Maridos obedientes".
:)

3 de agosto de 2010

Comunidad católica ordena a mujer sacerdote sin temor a la "excomunión".

A la Jerarquía eclesiástica se le complica la ardua tarea de adoctrinar y someter a sus fieles.

Recientemente, en un insensible pronunciamiento sobre el tema, el Vaticano asimilaba la gravedad del sacerdocio femenino a la de los pederastas y violadores, y amenazaba con la excomunión automática a los obispos que ordenasen mujeres y a las mismas ordenadas.

Pues bien, para alegría de muchos cristianos (incluído un servidor), la alta jerarquía patriarcal pierde autoridad ante sus fieles: al menos 150 católicxs de San Diego, en un acto de valiente afirmación de sus derechos, han decidido convertir a Nancy Corran en líder espiritual de su comunidad, ordenándola sacerdotisa de la comunidad católica de la apóstol María Magdalena, sin importarles demasiado lo que digan los tristes patriarcas romanos, insanamente obsesionados con San Pedro.

Lo curioso del caso es que en la ordenación no ha participado ningún obispo, dándole a dicha ordenación un carácter inusualmente democrático y ajerárquico.

¿Qué convierte a estas mujeres en un peligro aterrador para el Vaticano?
Que son mujeres valientes y, entre otros, que éstas por lo general son más abiertas, democráticas y dialogantes hacia otras confesiones no cristianas, incluso paganas y agnósticas, entendiendo el sacerdocio como un servicio a su comunidad, de forma no dogmática, comprometida, y mucho más centrada en la compasión, la igualdad y la justicia social.

Por supuesto, como aparece en su web, en dicha comunidad inclusiva son acogidos todos aquellos católicos rechazados por el catolicismo ortodoxo: homosexuales, lesbianas, divorciados, y un largísimo etcétera.

A pesar de un vestuario algo pasado de moda y unos ritos excesivamente programados (para mi gusto personal, los sacramentos nunca me han atraído en exceso), debemos admitir que su praxis se asemeja más a la del Jesús histórico que la de sus homólogos patriarcales, y en eso hay que aplaudirlas.

A ver si aquí aprendemos, que los cristianos de esta tierra parecemos estupidizados... Además, a los herejes ya no nos queman en la hoguera. :)

Nancy Corran, ordenada
sacerdotisa católica el 1 de agosto de 2010.

¡Mis felicitaciones, Nancy!


Para más información:
Mary Magdalene Apostle Catholic Community San Diego
Women's ordination Conference
Women's Ordination Conference (Facebook)

27 de julio de 2010

La antropóloga Peggy Reeves Sanday redefine el matriarcado.

Peggy Reeves Sanday

Existe la creencia extendida que en algún momento de la historia se dieron sociedades ginecocráticas (erróneamente llamadas "matriarcales") antes de que apareciesen las sociedades basadas en el orden patriarcal. Si bien historiadores y antropólogos han buscado durante más de 100 años evidencias de un orden social semejante, nunca se han hallado pruebas de la existencia de sociedades gobernadas por mujeres.

Para la antropóloga Peggy Reeves Sanday, quien ha vivido durante años entre los Minangkabau de Indonesia, estas sociedades no se han encontrado, porque los investigadores occidentales han partido de las categorías occidentales de “patriarcado” y “matriarcado”, suponiendo que un matriarcado es un patriarcado al revés, es decir, una sociedad en la cual el poder y los recursos se encuentran en manos de las mujeres.

"Demasiados antropólogos han estado buscando una sociedad en la cual las mujeres controlan todos los aspectos de la vida cotidiana, incluido el gobierno”, dice Reeves. “Este modelo —y una perspectiva muy occidental sobre el poder— no encaja muy bien cuando observas culturas no occidentales, como los Minangkabau. En Sumatra Occidental mujeres y hombres se relacionan más como socios que desean alcanzar el bien común que como competidores gobernados por el egocéntrico interés propio. El prestigio social lo obtienen aquellos que promueven las buenas relaciones siguiendo la costumbre y la religión.”

La doctora Reeves propone una nueva definición de matriarcado tras su experiencia con los Minangkabau. Reeves, profesora de antropología de la Universidad de Pennsylvania ha pasado 21 veranos y algunos períodos sabáticos en una aldea Minangkabau. Como resultado, ha publicado: Life in a Modern Matriarchy (Cornell University Press, May 2002).
¿Quiénes son estos Minangkabau matriarcales y por qué deberían interesarnos? Para la Dra. Reeves, experta en cuestiones de género, violencia y políticas sexuales, la experiencia de los Minangkabau nos debe ayudar a ampliar el abanico de posibilidades sociales para definir las relaciones de género.

6 de julio de 2010

Valiente religiosa denuncia al cardenal Rouco Varela.

María Victoria Gómez Morales

¿Por qué levanta el dedo acusador contra sus obispos esta mujer de 84 años después de haber vivido seis décadas en un convento de clausura de las monjas redentoristas? La feligresa que ha osado denunciar al cardenal Antonio Rouco Varela ante el papa Benedicto XVI tiene un físico quebradizo, mirada límpida, memoria y reflejos intelectuales extraordinarios para su edad y la alegría pintada en la cara.

Texto completo en el artículo de El País 4-7-2010

Para adherirse a la denuncia: adhesion.denuncia.canonica@gmail.com

Para leer la denuncia:
Parte 1
Parte 2

23 de junio de 2010

Lo femenino en los textos sagrados patriarcales (L.Boff)

Fundamentalmente es importante reconocer que la tradición espiritual judeocristiana se expresa predominantemente en el código patriarcal. El Dios del Antiguo Testamento es vivido más como el Dios de los Padres, Abrahán, Isaac y Jacob, y menos como el Dios de Sara, de Rebeca y de Miriam. En el Nuevo Testamento Dios es Padre de un Hijo único que se encarnó de una virgen. La Iglesia que se derivó de esta herencia está dirigida exclusivamente por hombres que detentan todos los medios de producción simbólica.

11 de junio de 2010

Líder de secta destructiva = Varón.

He aquí algunas sectas destructivas, esos pequeños engendros patriarcales, lideradas siempre por un varón sin escrúpulos.

20 de mayo de 2010

Pan, mística y erotismo: enemigos del capital.

El derecho a la propiedad es el primer pilar del modelo económico patriarcal, ya se trate de propiedad individual, jurídica o estatal. Pero... ¿realmente somos propietarios de algo?
Sólamente parecemos ser propietarios de nuestra propia vida. Y esa única "propiedad" es inmensamente frágil y vulnerable al principio, dependemos totalmente del cuidado de un adulto para mantenerla. Nuestra vida depende por entero de la familia que nos ha visto nacer. No nacemos tan "libres" como desearíamos, nacemos totalmente dependientes. Nada nos pertenece, sino que pertenecemos a algo más grande que nosotros mismos.

30 de marzo de 2010

Sinead O'Connor, una amazona católica.



Traduzco aquí el artículo de Sinead O'Connor publicado en el Washington Post (28-3-2010), en respuesta a los abusos sexuales de sacerdotes y la respuesta laxa e insuficiente de las autoridades eclesiásticas. Otra voz femenina y católica con más autoridad moral que el clero, en mi opinión.

No olvidemos que ella experimentó en propia carne la terrible represión de los Asilos de Magdalenas irlandeses.


Cuando yo era niña, Irlanda era una teocracia católica. Si un obispo venía andando por la calle, la gente se apartaría para dejarle pasar. Si un obispo asistía a un evento deportivo nacional, el equipo se arrodillaría para besarle el anillo. Si alguien cometía un error, en vez de decir "Nadie es perfecto", decíamos "Incluso puede pasarle a un obispo". 


La expresión aquí se cumple tal como pensábamos. Este mes, el papa Benedicto XVI escribió una carta pastoral de disculpa -o algo parecido- acerca de décadas de abuso sexual de menores por sacerdotes en quienes se suponía que esos niños debían confiar. Para mucha gente en mi tierra natal, la carta del Papa es un insulto, no sólo a nuestra inteligencia, sino a nuestra fe y a nuestro pueblo. Para entenderlo, uno debe darse cuenta de que nosotros los irlandeses afrontamos el fundamentalismo católico más brutal, que significó la humillación para mucha de nuestra infancia.


Yo misma lo experimenté en propia carne. Cuando era una adolescente, mi madre me animaba a cometer hurtos. Tras haber sido pillada más de una vez, pasé 18 meses en An Grianán Training Centre, una institución de Dublín para chicas con problemas comportamentales, por recomendación de un trabajador social. An Grianán era uno de los infames Asilos de Magdalenas bajo tutela eclesial, donde se daba techo a adolescentes embarazadas y jóvenes poco cooperativas. Trabajábamos en los sótanos, lavando la ropa de los sacerdotes en lavaderos con agua fría y barras de jabón. Estudiábamos matemáticas y mecanografía. El contacto con nuestras familias era limitado. No cobrábamos por nuestro trabajo. Al menos, una de las monjas fue amable y me regaló mi primera guitarra.


An Grianán era el producto de la relación del gobierno irlandés con el Vaticano (la Iglesia tenía unos privilegios especiales desde nuestra constitución de 1972). En 2007, el 98% de escuelas irlandesas eran de la Iglesia Católica. Pero los reformatorios han cobijado bárbaros castigos corporales, abuso psicológico y sexual. En octubre de 2005, un informe del gobierno Irlandés identificó más de cien denuncias de abuso sexual en Ferns, una pequeña población 70 millas al sur de Dublín, entre 1962 y 2002. Los sacerdotes acusados fueron investigados por la policía; se les atribuyó haber sufrido un desliz de tipo "moral". En 2009, un informe similar implicó a arzobispos de Dublín por haber ocultado escándalos sexuales entre 1975 y 2004.


¿Por qué se toleraba tal comportamiento criminal? El informe decía: "El prominente papel que ha jugado la Iglesia Católica en la vida de Irlanda es la razón principal por la que abusos realizados por una minoría de sus miembros podían ser ignorados."


A pesar del largo matrimonio de la Iglesia con el gobierno de Irlanda, la presunta disculpa pública del Papa Benedicto XVI no asume responsabilidades por las transgresiones de los sacerdotes irlandeses. Su carta dice que "la Iglesia de Irlanda debe primero reconocer ante el Señor y ante todos los serios pecados cometidos contra niños indefensos". Pero, ¿qué hay de la complicidad del Vaticano con esos pecados?


La disculpa de Benedicto XVI da la impresión de que él se ha enterado recientemente de los abusos, y se presenta a sí mismo como al mismo nivel de las víctimas: "Yo sólo puedo compartir la tristeza y el sentido de traición que muchos habéis experimentado al saber de estos actos pecaminosos y criminales, y la forma en que las autoridades eclesiásticas de Irlanda los han tratado."


Pero en otra infame carta de Benedicto XVI (entonces cardenal Ratzinger) enviada a obispos de todo el mundo en 2001 éste les ordenaba mantener en secreto toda denuncia por abuso sexual bajo amenaza de excomunión (rescatando así la nociva política expresada en un documento de 1962 que exhortaba tanto a clérigos abusadores como a sus víctimas a "mantener estricto silencio" sobre el asunto).


Ahora sentado en la cátedra de San Pedro, ¿debemos pensar que el anterior cardenal Ratzinger ha cambiado ahora de opinión? ¿Qué hay de la revelación de la última semana, que en 1996 Ratzinger renunció a apartar del sacerdocio a un sacerdote que pudo haber abusado de unos 200 chicos sordos de Wisconsin?


La disculpa de Benedicto XVI afirma que su preocupación es "sobre todo, conseguir la sanación de las víctimas". Sin embargo, les niega aquello que realmente podría sanarles: una confesión clara de que el Vaticano ha ocultado el abuso, y sigue tratando de encubrir y encubrir. Sorprendentemente, invita a los católicos a "ofrecer vuestro ayuno, vuestra lectura de las Escrituras y obras de misericordia para obtener la gracia de la sanación y la renovación de la Iglesia católica en Irlanda". Incluso más sorprendente aún, sugiere que las víctimas obtendrán la sanación acercándose a la Iglesia de Irlanda; la misma Iglesia que ha exigido juramentos de silencio de niños abusados, como en 1975 en el caso del padre Brendan Smyth, un sacerdote irlandés encarcelado por ofensas sexuales repetidas.


Una vez terminamos de reir, muchos de nosotros en Irlanda reconocemos que acercándonos más a la Iglesia de Irlanda nos acercamos a la blasfemia sobre Jesucristo.


Para los católicos irlandeses, la implicación de Benedicto XVI, tildando los abusos sexuales en Irlanda como un problema exclusivamente irlandés, es arrogante y blasfemo. El Vaticano actúa como si no creyera en un Dios omnipresente. Los mismos que se llaman siervos del Espíritu Santo están traicionando tolo aquello que representa el Espíritu Santo. Benedicto deforma criminalmente al Dios que nosotros adoramos. Todos nosotros sabemos que el Espíritu Santo es la verdad. Por eso, podemos decir que Cristo no está con esta gente que tan frecuentemente invoca Su nombre.


Los católicos irlandeses están en una relación disfuncional con una organización abusiva. El Papa debe responsabilizarse por los actos de sus subordinados. Si sacerdotes católicos abusan de niños, es Roma, no Dublín, la que debe responder con una confesión pública e investigación criminal. Hasta que lo haga, todos los católicos de buena voluntad (incluídas las ancianitas que van a Misa cada domingo, no sólo cantantes rebeldes como yo, a las que el Vaticano ignora con facilidad) deberían dejar de ir a Misa. En Irlanda, ya va siendo hora de separar nuestra fe de su religión, nuestra fe de sus pretendidos líderes.


Hace casi 18 años, rompí una foto del Papa Juan Pablo II en un episodio de "Saturday Night Live". Mucha gente no comprendió mi protesta, (...) Sabía que mi actuación sería polémica, pero quería forzar el debate, allí donde realmente hacía falta; ello forma parte de ser una artista. Lo que peor me supo fue que la gente asumiera que yo no creía en Dios. Ese no es el caso, en absoluto. Soy católica de nacimiento y cultura, y yo sería la primera en la puerta de una iglesia si el Vaticano ofreciera una sincera reconciliación.


Sólo pido que intenten comprender por qué una mujer católica irlandesa que sobrevivió al abuso infantil querría romper la fotografía del Papa.

Sinead O'Connor
Domingo 28 de marzo de 2010

15 de marzo de 2010

Jesús también era matrístico.

Fuente: entrevista a Humberto Maturana, biólogo (link).

Jesús es un intento, no explícito, de volver a la confianza en el mundo natural, matrístico. Jesús tiene muchos rasgos matrísticos en su relato. Jesús en verdad, yo diría, es prácticamente un intento de recuperar las dimensiones matrísticas.

Él habla, por ejemplo, del Reino de Dios. Todo su discurso sobre el Reino de Dios es un discurso ecológico, no con nuestro lenguaje actual, pero habla de las coherencias, del mundo natural, donde los pájaros no tienen que trabajar, las flores se visten naturalmente de bellos colores, y cómo uno tiene que tener confianza en el Reino de Dios, por la armonía del Reino de Dios.
Ése es un discurso que tiene que ver con una visión matrística del mundo natural. Jesús hace una cosa muy interesante. Dejemos de lado por un momento nuestras creencias sobre la divinidad y pensémoslo como un maestro espiritual. Él como maestro espiritual, de alguna manera, pertenece a una corriente mucho más antigua que Él, que ve el sufrimiento humano centrado esencialmente en el apego.

En ese sentido, su visión básica es parecida a la visión budista y a la visión de las muchas religiones orientales antiguas. Su prédica es precisamente eso, la búsqueda del desapego, pero su práctica para el desapego es el amor. En el budismo, la práctica para el desapego es la meditación.

El judaísmo del Antiguo Testamento es un ejemplo gráfico de una cultura patriarcal, que tiene también de elementos matrísticos que están siendo continuamente dominados, sometidos por lo patriarcal a través de la ley, de la norma. El conflicto de Jesús es con la ley judaica, con lo externo, con la norma que destruye lo espiritual. Entonces, él era judío, él retoma también de sus tradiciones elementos que tienen que ver con el amor, pero lo que él hace es plasmar al amor como la práctica fundamental de liberación espiritual, de salvación del ser humano al liberarlo del apego.

Se podría decir que en este Cristo del que estamos hablando hay elementos matrísticos, revolucionarios por decirlo así, que atentan contra la cultura patriarcal fijada sobre todo en la ley, en lo externo, en la dominación, en la violencia, etc. Pero que, sin embargo, el cristianismo como religión se habría transformado o habría modificado su mensaje inicial tomando características propias de la cultura patriarcal.

Humberto Maturana

9 de marzo de 2010

Soñando un futuro nuevo para la mujer en la Iglesia.

http://www.feadulta.com/Iglesia_MUJERsonando-Emma.htm

Soñando un futuro nuevo para la mujer en la Iglesia.
Emma Martínez Ocaña.
Madrid. España.

Dada la actual situación de la mujer en la Iglesia es difícil pensar en un cambio a corto e incluso a largo plazo, pero como este es el tema que me han pedido desarrollar en este número monográfico de Crítica he decidido que lo mejor es soñar.

Soñar es una manera de alentar el deseo y éste tiene una gran fuerza transformadora. Soñar es el primer paso para cambiar la realidad, es una manera de hacer verdad las utopías. Soñar y …empujar la historia en la dirección de lo soñado.

Los sueños no siguen un orden lógico, ni teológico. Son caóticos, espontáneos, brotan libremente del inconsciente, no se ajustan a normas establecidas, en ellos no todo encaja en lo “políticamente correcto“… así me voy a permitir yo soñar.

Sueño una Iglesia que es realmente una comunidad inclusiva y paritaria, donde mujeres y hombres concentramos nuestras fuerzas en hacer verdad la Buena Noticia, luchando por expulsar los “demonios” de la pobreza, la injusticia, la violencia, el sexismo, el patriarcalismo, la violación de los derechos humanos, la explotación y el tráfico sexual de mujeres y niñas, la explotación laboral, la violación como arma de guerra…