Recuerdo que el primer libro de teología feminista que compré en 1995 se llamaba Freeing Theology: The essentials of theology in feminist perspective. Recogía un conjunto de escritos de diversas teólogas feministas. Me lo compré porque creí que podría ofrecerme algo nuevo, distinto a lo que se había repetido hasta la saciedad, y en efecto, el descubrimiento fue sorprendente. Comprendí que bajo la dura costra patriarcal de las Escrituras se escondía un mensaje de liberación para la mujer, y repito, principalmente para la mujer, la principal destinataria de las mayores injusticias sociales de los últimos milenios. Entonces yo tenía veinte años.
Más tarde, ese mismo año, oí hablar de una tal Schüssler-Fiorenza. Me pareció un nombre pintoresco para una teóloga, pero precisamente por ello su nombre no se me olvidó fácilmente. Sin embargo, nunca tuve la oportunidad de leer su obra principal In memory of her, y es algo que tengo pendiente y debo hacer.
Hoy he leído un resumen de la obra de Elizabeth Schüssler-Fiorenza redactado por Teresa Forcades, buena conocedora de sus trabajos, que me ha parecido sumamente interesante.
Podéis leerlo aquí, recomiendo su lectura como introducción a la teología feminista.
Lo que yo escribo, comparado con lo que escriben estas teólogas, es puro sensacionalismo. Ellas consiguen dotar su discurso de un rigor académico encomiable, a la vez que apasionado. Razón de más para reconocer su mérito y su autoridad.
Razón de más para reafirmar mis convicciones de que estar en manos de mujeres es estar en buenas manos, aunque yo lo exprese a menudo como haría un profeta algo insolado y demente que ha pasado demasiadas horas jugando a videojuegos.
Bona feina, Teresa.