Fuentes: http://www.buonpastoreint.org/?rub=news/news&newsid=n4b94108745bae
En inglés, también en Iglesia Descalza.
Premio Internacional de la Secretaría de Estado 2010 para la Mujer de Valor.
La Hermana Marie Claude Naddaf, una Hermana del Buen Pastor que trabaja en Siria, ha recibido el Premio Internacional de la Secretaría de Estado 2010 para las Mujeres de Valor.
Para marcar el Día Internacional de la Mujer, la Secretaria de Estado Condoleezza Rice estableció el Premio Anual Internacional a la Mujer de Valor, en Marzo de 2007, con el fin de reconocer a las mujeres en el mundo que han mostrado un valor excepcional y liderazgo en la defensa y fomento de los derechos de las mujeres.
Cuando Marie Claude Naddaf asumió el servicio de animadora local en el Convento del Buen Pastor en Damasco-Siria en 1994, ofreció los servicios sociales a mujeres que sufrían violencia doméstica, falta de vivienda y tráfico sexual. Las mujeres que se prostituían eran encarceladas por muchos meses, tratadas como criminales y corriendo el riesgo de ser deportadas. La Hna. Marie Claude vio la necesidad de crear una serie de servicios a favor de ellas y fue a través de la comunidad de Damasco, como se creó de manera progresiva un nexo con el gobierno de Siria para este servicio.
En 1996, la Hna. Marie Claude y la comunidad abrieron el primer albergue en Siria llamado “Albergue de Paz”, para proteger a las víctimas de violencia doméstica y tráfico. Con los años fue creciendo exitosamente y se pensó abrir otro espacio con la cooperación completa del gobierno. Fue en este momento cuando la Hna. Marie Claude ideó que era necesario un medio de comunicación de emergencia para auxiliar estas mujeres, así que puso un número de teléfono para que cualquier mujer que sufriera este tipo de violencia pudiera solicitar ayuda, asesoramiento jurídico o albergue temporal, así que por primera vez las mujeres de Siria contaban con un número telefónico las 24 horas del día y un albergue donde refugiarse.
En 2009, este albergue dió acogida a más de 20 mujeres asiáticas del sur que habían sido víctimas del tráfico en Siria para el trabajo doméstico. La policía dio los permisos necesarios; esto lo vemos como un símbolo visible de la transformación del gobierno.
La Hna. Marie Claude también presionó al gobierno para que se dé un mejor trato a las mujeres que están en prisión. Pidió que dentro de la prisión hubiese un cuarto solamente para los niños y niñas y comenzó un programa vocacional de educación para acabar con el analfabetismo y de esta manera promover, entrenar y preparar a las mujeres para reintegrarlas de manera acertada a la sociedad, asegurándoles un mejor futuro. Con el correr del tiempo Hna. Claude preparó a un grupo de hermanas para que se hicieran cargo de la Administración del Albergue.
