10 de mayo de 2011

Nuevos feminismos.

Obtenido a través de artículo del blog Anne of Carversville.


Varios movimientos han entrado en el debate feminista de una forma insospechada.

Un nuevo feminismo empieza a manifestarse a través de la red social, convirtiendo las injusticias de género en un tema prioritario por el que vale la pena manifestarse, de forma pacífica pero atrevida.

Femen (desde 2008) denuncia que Ucrania (entre otros países) se ha convertido en el prostíbulo de Europa. Facebook las ha censurado y los servicios secretos del país las han amenazado físicamente. Para estas atrevidas mujeres, ir desnudas en países de clima frío, parece un problema menor.

Consiguen atraer la mirada de todos, mientras lanzan una dura crítica a la hipocresía de una cultura que manipula el cuerpo femenino a su antojo. Sus desnudos acompañados de reivindicaciones feministas se convierten en un acto político incómodo (aunque a mi parecer, muy pedagógico).

Ucrania ha favorecido el mercadeo de sus mujeres fomentando el turismo sexual; que el gobierno ucraniano esté muy molesto con este movimiento demuestra la gravedad del asunto.

Activista de Femen.

Por otra parte, Slutwalk ha nacido recientemente en las aulas de una facultad de Toronto (Canadá).

Un policía estaba dando una charla sobre seguridad en el campus, cuando dijo: "las mujeres deberían evitar vestir como guarras para no ser víctimas de agresiones". Típico comentario por el que se culpabiliza a la víctima y se exculpa al agresor.

La indignación se extendió como la pólvora, no sólo entre las estudiantes: ha llegado a inundar calles de diversas ciudades canadienses y estadounidenses. Personas de todo sexo y condición se han adherido a las protestas. Todxs ellxs coinciden en exclamar (y yo me añado): "¡Yo también soy una guarra!"


Algunas feministas de la vieja escuela no están de acuerdo con su vocabulario y sus métodos exhibicionistas, pero ¿acaso debe alguien avergonzarse de su cuerpo, considerarlo pecaminoso, sucio o inmoral?