Revisando nuestra comprensión de lo matriarcal:
"El feminismo no quiere imponer un matriarcado basado en la violencia contra el hombre, como ha sido el patriarcado hasta ahora. No desea dejarlos sin voto, ni violarlos en las guerras, ni mutilar sus genitales en pro de una tradición cultural, ni confinarlos en el ámbito doméstico, ni quiere matarlos por adulterio. El feminismo no pretende que los hombres sean propiedad de sus madres y luego de sus mujeres, ni desea que los hombres cobren salarios más reducidos, ni tampoco querría desterrarlos de las cúpulas de poder mediático, empresarial y político. No quiere traficar con cuerpos masculinos para el disfrute de los femeninos, ni desea que los niños varones estén desnutridos o abandonados en orfanatos, ni, por supuesto, promovería su marginación social o económica. Tampoco vetaría que los niños varones pudiesen ir a la escuela, ni les prohibirían el acceso a la sanidad y la Universidad. Comprendan que eso es una locura que no promueve el feminismo."
Coral Herrera Gómez
A pesar de que los antropólogos califican a las pocas sociedades matriarcales (matrilineales, matrísticas, matrilocales, gilánicas,...) como las más pacíficas e inofensivas del planeta, el término matriarcado sigue generando rechazo y confusión entre gran número de personas. Injustamente.
He intentado enumerar aquí algunas de falacias que se han construído alrededor de dicho término. Analizaré uno a uno los principales malentendidos que han contribuido a juzgar tan negativamente el concepto de "matriarcado":