4 de enero de 2010

Los Mosuo: pros y contras de su publicidad.



En este otro vídeo se describen algunas repercusiones, positivas y negativas, de la noticia de la existencia de esta milenaria etnia matriarcal en China, mostrada a la luz pública en los años 90.

"El matrimonio no es algo bueno, nos quita la libertad", afirma la joven del video. Se ha creado una imagen falsa de esta etnia y hay muchos malentendidos sobre el matriarcado de los Mosuo. Uno de ellos es la falsa creencia de que tod@s l@s niñ@s desconocen quien es su padre. Hay parejas estables, aunque cada uno vive en la casa de su madre.
Otro malentendido muy extendido es pensar en la promiscuidad sexual como la norma general. Como el resto de personas, ell@s también se enamoran y pueden mantener relaciones estables durante años con exclusividad. Simplemente, no tienen la obligación de eternizar la relación más allá de lo necesario. No desean ligarse a nadie de por vida. Y en toda relación priman el amor y la confianza. El sexo es visto como algo natural derivado del amor que sienten dos personas.

"Somos matriarcales porque la familia reside en las relaciones de sangre maternas", explica un entrevistado en el vídeo. La autoridad materna tiene por ello mismo un peso decisivo, y moldea las relaciones de todos los miembros del clan con la matriarca: por eso puede hablarse de matriarcado, la madre es respetada en cada familia. No es una ginecocracia porque las mujeres no ostentan la autoridad política, sólo la familiar. A nivel político, sorprendentemente delegan tal responsabilidad en un hombre, a quienes ellas eligen anualmente para mantener el orden y actuar de portavoz de la comunidad.
Es curioso ver cómo las propietarias de la autoridad familiar depositan a su vez la autoridad política en un hombre. En esta reciprocidad está el equilibrio. El hombre sirve a la comunidad porque se siente parte de ella.

En las entrevistas los hombres muestran gran seguridad y amor propio, en contra de la tendenciosa teoría de que el matriarcado crea hombres dependientes de la madre, infantilizados, débiles, afeminados y domesticados. En realidad esos hombres matriarcales saben que no están sólamente al servicio de una mujer, la matriarca de su familia, sino al servicio de la comunidad familiar en su totalidad. Es una sociedad donde el individualismo es secundario, y el bien común es la prioridad.

"Algunos dicen que la cultura Mosuo desaparecerá, pero eso es imposible", según la joven de 20 años. A mi entender, tiene toda la razón, no puede desaparecer algo que funciona, a no ser que se destruya por la fuerza desde el exterior, algo que puede terminar ocurriendo si no se toman medidas. La asociación Mosuo Cultural Development Association hace lo posible para que sean los mismos Mosuo quienes decidan sobre el desarrollo de su cultura, sin injerencias externas, sin que nadie les diga qué deben hacer respecto a su propio futuro.

El turismo ha beneficiado económicamente a los Mosuo y les ha permitido mejorar su calidad de vida y salir de la pobreza. Pero, por otro lado, ha atraído a su tranquila comunidad la oleada del turismo sexual, turistas esclavos de su propia satisfacción, obsesionados por sus genitales alienantes, y portavoces de una cultura que antepone el sexo egoísta a la dignidad de las personas. Prostíbulos que antes no existían se han establecido en las fronteras de esta región. Una triste consecuencia de su publicidad.