Sólo se recurre a los hombres para el barbecho de los campos, la caza del mono y la pesca."
Fotografía y texto de Anna Boyé, más información aquí.
Para más información sobre turismo ecológico en la zona sugiero que os pongáis en contacto con:
Fundación CBD-habitat
www.orangohotel.com
En algunas de estas islas no existe electricidad ni mucho menos agua corriente. La gestión económica, la administración y el dictamen de las leyes está en manos femeninas.
Los hombres reconocen la autoridad que el dios Nindo ha conferido a las mujeres, viven felices y en armonía. Muchos quisieran casarse pero tienen que esperar que la mujer deseada le proponga matrimonio. La mujer prepara un plato a base de conchas de mar que deja delante de la puerta del elegido. Comer o dejar la sopa es aceptar o rechazar la propuesta.
Se habla poco de este sitio, muchas veces sólo para mencionar la existencia de hipopótamos marinos que nadan plácidos en éstas aguas femeninas. A los extranjeros les queda prohibido pernoctar en ciertas islas consideradas sagradas. El año pasado descubrieron yacimientos de petróleo submarino, y en las más occidentalizadas de este archipiélago secuestraron varios kilos de cocaína.
Cuánto le falta al matriarcado en convertirse en patriarcado, solo el dios Nindo lo sabe.