24 de noviembre de 2012

Matriarcado o muerte

Pues sí, ante la decadencia de todos los engendros del patriarcado sólo queda una alternativa:
 "matriarcado o muerte" (María Llopis).

 
"La felicidad es vivir en una sociedad en la que podamos colmar todas nuestras necesidades sexuales y afectivas, en la que se prime el bienestar de las criaturas, en la que la acumulación indiscriminada de bienes no sea el fin último. Porque hay para todos. No tengamos miedo."
 
 

17 de noviembre de 2012

La Asociación de la Orquídea Dorada.

La Asociación de la Orquídea Dorada, un precedente inigualable (1644-1912) con Virginia Garzón.
(Ir a enlace original)

En una provincia del sur de China llamada Guangdong muchas mujeres se rebelaron contra el matrimonio heterosexual impuesto por la sociedad en la que vivían. Y lo hicieron creando la Asociación de la Orquídea Dorada, una interesante comunidad en la que se prometía no tener relaciones sexuales con hombres.

Aunque no está muy claro cuándo nació, sí se tiene constancia de su existencia y el gran número de seguidoras que tuvo durante toda la dinastía Qing (de 1644 a1911 D.C.). Por aquel entonces las mujeres eran tratadas como sirvientas. Las familias organizaban los matrimonios y era frecuente que las jóvenes no conocieran a sus maridos hasta el momento de la boda. Además, no podían ni heredar ni ser titulares de ninguna propiedad.

En el siglo XIX la industria de la seda aumentó de forma notable en Guangdong, en gran medida debido a la alta demanda extranjera de tan valorado producto. A menudo se contrataba solo a personas del sexo femenino, permitiéndoles así no sólo tener sus propios ingresos, sino también relacionarse entre ellas. A medida que empezaron a tener independencia económica, aumentó la práctica de la resistencia al matrimonio tradicional y prosperaron las socias de la Orquídea Dorada. Marjorie Topley sostiene en su obra La resistencia al matrimonio en el Guangdong rural que la oposición se limitaba a esta área geográfica bastante pequeña donde la industria de la sericicultura era prominente. Suponía mucho trabajo y por ello se necesitaba mucha mano de obra. Por esta razón, Topley señala que además de aumentar los matrimonios de mujeres en la provincia, eran poco frecuentes tanto la tradición de los pies vendados, como la del infanticidio femenino.

En esta peculiar comunidad de la Orquídea Dorada, el noviazgo y el matrimonio diferían del tradicional porque la unión era entre dos damas. No obstante, era similar en cuanto a rituales se refiere: si una deseaba casarse con otra, le ofrecía a su amada y a la familia de esta, regalos como té y pasteles de boda. Si los aceptaba, se consideraba que la pareja estaba comprometida. Como consecuencia del enlace las enamoradas cambiaban su peinado de trenza, símbolo de soltería, por un moño, distintivo de matrimonio. Durante la ceremonia la pareja se prometía fidelidad y honraba a familiares y antepasados.

Beguinatos, comunidades de mujeres autónomas en la edad media.

Fuente original: Viajeros.com
(...) no muy lejos de la animada Plaza del Mercado, el ritmo se ralentiza para adaptarse a la serenidad que destila el Begijnhof, un beaterio superviviente del siglo XIII y máximo exponente de las antiguas casas de retiro medievales que aún conservan la mayoría de las ciudades flamencas. Las beguinas eran religiosas sin votos, viudas o solteras que optaban por llevar una vida piadosa, basada en las enseñanzas evangélicas y centradas en la oración, las obras de caridad y el cuidado de pobres y enfermos, pero conservando su independencia. Rechazaban la clausura, trabajaban, gozaban de total libertad y vivían con sus familias o en comunidades, los beguinatos o beaterios.
No tenían, sin embargo, votos de pobreza, y de hecho, las mujeres a menudo provenían de familias acomodadas, ganándose la vida mediante sus labores textiles (encajes, por ejemplo) o gracias a benefactores que pagaban para que rezaran por ellos. Las beguinas fueron un movimiento religioso femenino autónomo, lo cual les convierte en una rareza dentro de la estructura religiosa medieval. Aparecieron en Flandes en el siglo XIII, se dice que debido al desequilibrio de sexos que provocaron las Cruzadas: muchos hombres embarcaron a Tierra Santa, buen número de los cuales nunca regresaron.

Sobre ecoaldeas y monasterios matriarcales.

 Can Masdeu, ¿un "monasterio" contemporáneo?

No bromeo cuando digo que me encantaría largarme a vivir a un monasterio laico (apto para ateos) en algún lugar alejado de la urbe, al estilo de una comunidad matriarcal autosuficiente, de filosofía ecofeminista. Si ésa fuera la voluntad de mi pareja, claro está, no sin ella.

Sin ritualismos ni creencias excluyentes.
Sin absurdos votos eternos.
Sin personalidades autoritarias.
Sin varones con voluntad de poder.
Para que proyectos así no fracasen, imagino que debería haber una buena planificación y la creencia común en un mismo ideal, en este caso el de crear una comunidad sin patriarcado, con características innovadoras y revolucionarias como la matrilinealidad y un liderazgo eminentemente femenino. Dinámico y para mentes abiertas, críticas con el modelo de sociedad hegemónico. Y para gente capaz de trabajar por el bien común sin recibir dinero a cambio (¡qué difícil!).

Creo que no existe tal cosa, y si me equivoco, por favor, corregidme.

La ecoaldea matriarcal también es una idea muy interesante. Tampoco me importaría formar parte de una. Lo que me inclina a preferir el monasterio es que permite economizar en varios aspectos. Si en una ecoaldea de 15 hogares debe haber una cocina para cada hogar (eso hace un total de 15 cocinas con sus 15 cocinerxs), en un monasterio habría una sola cocina con un par o tres cocinerxs para las 15 familias. Se ahorra en tiempo y fuerza de trabajo. Lo mismo podría aplicarse a vehículos, aparatos, bibliotecas, baños, lavandería, lugar de meditación,...

La vida en comunidad permite economizar muchísimo más y facilita la comunicación gracias a más espacios y momentos compartidos. El monasterio conjuga de forma equilibrada intimidad y vida en común.
También otorga protección y una mayor sensación de seguridad.

La idea del beguinato me parece otro modelo interesante (fue rápidamente prohibido por la Iglesia): cada cual en su pequeña casita, pero con un sentido de comunidad que también se expresa en cercanía y espacios compartidos.
Pero tenemos tantas ataduras en la gran ciudad que resulta difícil dar el paso.

Owan de Nigeria. Otro matriarcado extinto.

Fragmentos traducidos y tomados de AQUÍ. 
     
 
"En África al menos, el mayor triunfo de los varones consistió en borrar de la historia el liderazgo femenino anterior."
 
"Mientras los poblados conservaban la matrilocalidad, el poder e influencia de las mujeres se mantenía fuerte. Como apuntábamos, la migración de los varones supuso una importante amenaza a la autoridad e influencia femeninas. Incluso antes de las migraciones, los varones ya habían empezado a crear instituciones y sociedades secretas que unieran a los de su género."
 
"Quienes se oponen a la idea de la existencia de un matriarcado mantienen que nunca ha existido una sociedad donde el liderazgo fuera exclusivamente femenino. Sin embargo, no perciben que los defensores del matriarcado en realidad discutimos sobre la igualdad entre los géneros en sociedades prehistóricas, y no sobre la dominación femenina."
 
"Esencialmente, Reed y Briffault conciben la fase matriarcal como una era en la que todos los géneros podían considerarse iguales, sin autoritarismo por parte de uno sobre otro. Relacionan la época matriarcal con la invención de la agricultura por las mujeres a finales del paleolítico y principios del neolítico."
 
"Uno de los grandes errores de ese matriarcado fue el no ser capaz de mantener las genealogías o crear métodos organizados para perpetuar las tradiciones orales."
 
"¿Qué condujo a los hombres a buscar mayor autoridad? (...) Un indicio de la competitividad entre marido y esposa: 'cuando la madre moría, su espada era entregada a su hijo', no a su marido."
 
Onaiwu W. Ogbomo