El único vídeo en español muestra la ponencia de Marina Meneses (Juchitán, Mexico) sobre las tradiciones de su pueblo matriarcal.
Lo que más me llamó la atención sobre su exposición:
- Todos reconocen el prestigio social de las madres, quienes no lo usan para provecho propio, sino para cohesionar la comunidad. Los hombres son respetados por su trabajo en pro del bien común.
- No existe obligación para la mujer de ser madre. Mujeres solteras pueden optar por una carrera profesional y su prestigio es igualmente reconocido.
- La generosidad y la participación en el espacio público son valores importantes, tanto para hombres como para mujeres.
- Los hijos varones solteros entregan el salario a sus madres, eje central de la economía familiar, excepto una pequeña parte para sus gastos personales.
- Cada mujer tiene su propia casa.
- Su vida es una fiesta constante, honrando los ciclos de vida y muerte en la naturaleza. Las fiestas mueven la economía del lugar. ¿Quién sufre depresiones en un mundo así? Todo está inundado de flores.
- Los hijos varones interesa casarlos pronto, siendo la madre la que corre con los gastos de la boda. Las hijas ya disfrutan de autonomía para ser madres desde los quince años.
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Para quienes entendáis el inglés, su web ofrece vídeos de las ponencias de las diversas participantes.
No tengo tiempo de traducirlo, pero podéis leer una inexacta traducción automática aquí:
(es tan inexacta que traduce 'matriarchies' por 'preindoeuropeos', para sorpresa mía)
In this time of world economic crisis it is more important than ever to find deep alternatives to a system that is proving itself to be dysfunctional. It is not surprising that such alternatives would have to do with women, and especially with mothers, whose roles of directly providing for the needs of their children form patterns of care that can be generalized.
Mothering can be seen as a mode of distribution, a vestigial or nascent gift economy, which co exists with the market but could be taken as the model for a way of organizing society as a whole. The fact that the values of care, necessary for mothering, are in opposition to the values of greed and domination, which have motivated the present economic crash, demonstrates that an economic system based on mothering could be a radical and positive alternative. The fact that mothers are now uniting in movements of consciousness and solidarity can allow us to expect that they will support a change of the economy towards care and away from exploitation.